Reseña crítica: Durante la dinastía Qing (que gobernara la China entre 1644 y 1911) los reos eran desnudados para ser untados con una tintura de opio (que servía como una especie de anestésico), para ser posteriormente faenados hasta morir. A principios del siglo XX, una fotografía tomada de uno de estos desgraciados, horrorosamente mutilado, sirvió al escritor francés Georges Bataille (1897-1962) como eje de "Les Larmes D'Eros" (Las Lágrimas de Eros-1961), un ensayo sobre el erotismo. En el cortometraje surgido en base a estas premisas es como si la fotografía cobrara movimiento; la barbarie y la crudeza de los hechos que estamos presenciando, se nos mengua con la ausencia de sonido (que da un marco sepulcral al filme) y por el blanco y negro (que imprime un inmejorable aura de realismo). Se sabe que el director Chieh-Jen es un artista visual, aunque hay una toma desde el pulmón del torturado que nos hace suponer que estamos en presencia de un auténtico artista cinematográfico. [Cinefania.com]
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