M, EINE STADT SUCHT EINEN MÖRDER
(M, El Vampiro Negro - 1931)

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Decididamente el cine de asesinos seriales tuvo en este filme uno de sus grandes precedentes. Su director fue Fritz Lang y su protagonista Peter Lorre. Lang ya se había convertido en uno de los genios del cine mudo merced a sus películas fantásticas (me refiero a las sagas del Dr. Mabuse, a la de Sigfrido y, más renombradamente, al filme METROPOLIS (Metrópolis-1926), una de las grandes obras maestras del cine. Para el filme que nos ocupa, Lang decidió mostrar una faz mucho más realista, la de los bajos fondos de una Alemania desconocida, la de los criminales, los hampones y los mendigos.

Resulta muy difícil imaginarse como hubiera sido esta película de haber sido filmada algunos años antes, sin sonido. Siendo su primer filme sonoro, Lang hizo que el sonido fuera tan importante como la imagen. Partiendo del hecho que una melodía conocida de Edvard Grieg (un fragmento de Peer Gynt), que es silbada por el asesino como preanunciando sus crímenes, a los numerosos climas creados o hechos estallar por el sonido; por ejemplo, cerca del final, cuando el asesino huye de la turba criminal que está tratando de cazarlo, se delata al forzar una cerradura con un clavo: los cazadores oyen el rechinido y lo capturan.

La película además dio al actor de origen húngaro Peter Lorre (su nombre verdadero era Ladislav Lowenstein) el pie en el que basaría su posterior carrera, tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos. Lorre interpreta con gran maestría al psicópata, convirtiéndose en un personaje amenazador cuando está cerca de algún niño y llegando a inspirar piedad cuando se ve apresado por los hampones que deciden juzgarlo y eliminarlo. Esta ambigüedad, ténuemente perfilada por el guión de Frtiz Lang y su esposa Thea Von Harbou, es una de los grandes aciertos del filme. Esta ambigüedad también se manifiesta a través de los juegos de cámara entre las escenas de las deliberaciones de los criminales y las juntas de las autoridades policiales, montadas una con otra haciendo uso de un truco de sonido por el que los diálogos se entrecruzan, dando a entender que por esta vez, la policía y los criminales están organizados muy similarmente.

Estrenada el 11 de mayo de 1931 (o sea hace 60 años), fue producida por la Nero Films (que también produciría DAS TESTAMENT DES DR. MABUSE (El Testamento del Dr. Mabuse-1933) en dos idiomas. El filme también contó con la magistral fotografía de Fritz Arno Wagner, en cuyo historial podemos encontrar filmes tan imperecederos como NOSFERATU (Nosferatu-1921), el pilar mismo del cine de terror alemán y posteriormente el precedente más importante del terror norteamericano.

La niña Elsie está jugando con su pelota, hasta que se encuentra con una sombra. El hombre dice: "Qué pelota tan linda, ¿cómo te llamas?" No muy lejos de ahí, la madre de la niña, mientras pone la comida de la niña en el horno, para que no se enfríe, comienza a llamarla por la callejuela del vecindario. En tanto el hombre misterioso le compra un globo a un ciego, para regalárselo a la niña. Poco después comienza a silbar una melodía alegre y frenética...

La niña se convierte en la nueva víctima del asesino que aterra a toda la ciudad. La multitud se encuentra muy nerviosa e intenta linchar a un inocente.

A medida que aumenta el pánico, con la Policía en estado de máxima alerta, los criminales, ladrones y estafadores no pueden continuar con su "oficio", así que deciden por su cuenta eliminar al asesino, para librarse de esta "mancha" en su gremio. Sin saberlo, el asesino pone el ojo en una nueva niña.

Tanto el vendedor de globos como un muchacho sospechan de él, así que el joven se pinta una "M" en la mano y le da una palmada en la espalda, grabándole la M delatora, M de "Mörder" (Asesino). No pasa mucho tiempo que el asesino se da cuenta que ha sido descubierto, y se aterroriza.