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A lo largo de la historia del cine presenciamos la defunción de muchos géneros. Sabemos que no se han vuelto a filmar seriales desde mediados de los años '50 ni tampoco series de cortometrajes cinematográficos cómicos. El cine catástrofe aún no ha resucitado desde principios de los '80 y el peplum no ha llegado a ver los años '70. En tanto el spaghetti western no se siguió produciendo luego de los años '70.

Otros géneros estuvieron aletargados (pero no muertos) durante algún tiempo hasta posteriores resurrecciones. Se ha dicho que el Western resucitó luego de DANCE WITH WOLVES (Danza con Lobos-) y THE UNFORGIVEN (Los Imperdonables-1992). El cine de terror en idioma inglés estuvo hibernando durante fines de los '40 y buena parte de los años '50.

En el caso del cine épico, nacido casi con el siglo XX, es similar. A principios de la primera década del 1900 experimentó un esplendor interesante, con numerosas historias de Jesucristo llevadas a la pantalla. Durante los años '10 y '20 fue a través del cine italiano que ganó un lugar en las preferencias del público mundial o bien con diversos títulos de la filmografía de Cecil B. De Mille. En los años '50 volvió a resurgir con el cinemascope y las mastodónicas superproducciones de Hollywood, hasta irse paulatinamente apagándose con el llamado ciclo del Peplum italiano. En los '70 y '80 algunas miniseries para la TV, tales como GESU DI NAZARETH (Jesús de Nazareth-1977), I, CLAUDIUS (Yo, Claudio-1980) y A.D. (Anno Domini-1985), intentaron revivir los fastos de la antigüedad... pero el cine se mantuvo al margen. Hubo algunos exepciones, especialmente la bíblica THE LAST TEMPTATION OF CHRIST (La Última Tentación de Cristo-1985) de Martin Scorsese o las sagas de fantasía heroica de Hércules, pero en general se mantuvo al margen.

Con GLADIATOR se vuelve al cine espectáculo de la época de BEN-HUR, la de las superproducciones superpremiadas por la Academia de Hollywood. Las mismas tramas, los mismos trucos, acordes a la tecnología de la época, repartos estelares y muchos minutos de extensión. Virtualmente es una nueva versión de un filme notable de Anthony Mann que fue estrenado en una época errónea: THE FALL OF THE ROMAN EMPIRE (La Caída del Imperio Romano-1964). Ridley Scott logró con su Gladiator una labor magistral, respetando admirablemente todos los íconos y esquemas narrativos establecidos del género. Su filme no es tan arriesgado como La Última Tentación... ni tan pretenciosa como el CALIGULA (Calígula-1978) de Tinto Brass, no guarda mucha veracidad histórica ni tampoco exige mucho raciocinio del espectador (se podría decir al respecto que el cine de Ridley Scott es un cine de emociones, al estilo ALIEN y un cine visual, al estilo BLADE RUNNER).

Pero bueno, no voy a definir un filme diciendo todo lo que no es. Guardando, sí, paralelismos con el clásico de Mann (que la afectan con una suerte de Deja-Vu) la trama de Gladiator es, reconozcámoslo, inferior a su precedente de 1964 (aunque muy superior a la versión peplum titulada I DUE GLADIATORI dirigida por Mario Caiano en 1964). Sin embargo son sus personajes quienes elevan el nivel general de la película, y es la descripción de los combates y la emoción de la gran batalla inicial que la hace un producto superior y una soberbia forma de entretenimiento. El villano principal, el emperador Cómodo es encarnado por Joaquin Phoenix quien logra una interpretación sumamente correcta (por supuesto que no va a opacar al Nerón de Peter Ustinov, ni al Calígula de Jay Robinson, pero tranquilamente se lo puede poner a la altura del que Christopher Plummer encarnó en el filme de 1964). El protagonista principal, Russell Crowe combina músculos y gestos admirablemente y cumple con creces su papel. Los secundarios son perfectos: desde el avejentado Richard Harris como Marco Aurelio hasta un irreconocible David Hemmings, pasando por un soberbio Oliver Reed, quien falleciera durante el rodaje en La Valetta, Malta, y a quien el filme está dedicado.

En definitiva, Gladiator no posee más méritos que los de entretener durante dos horas y media inagotables, con emoción, escenas de masas bien logradas y un excelente despliegue de acción y aventuras épicas. Algo que durante la década del '90 no se vio en demasía.