Mucha agua ha pasado debajo del puento desde aquel 1º de Octubre
de 1974 cuando se estrenó en los Estados Unidos THE TEXAS CHAINSAW
MASSACRE (La Masacre de Texas / La Matanza de Texas-1974). Durante esos
30 años, centenares de películas han basado sus tramas
en la idea de un asesino que va eliminando uno por uno a sus víctimas
de formas explícitas y gráficas. No vamos a nombrar títulos,
pero entre las películas de Michael Myers, las de Jason Voorhees
y las de Freddie Krueger sumarían casi una treintena de filmes,
ninguno de los cuales llega a superar los 83 minutos que Tobe Hooper,
con ínfimo presupuesto, pocos medios, sin actores reconocidos
y sin mucho cartel, logró estrenar ese día.
Como fuentes se acostumbra señalar que Hooper basó su
guión en la historia real de Ed Gein, un psicópata que
en 1957 mataba gente en su granja y forraba sus muebles con cuero humano.
Tal vez podríamos agregar una fuente inédita (hasta donde
sabemos) que sería la historia de Sawney Bean, líder de
una familia de caníbales montaraces que vivió en Escocia
durante fines del siglo XVIII (aquellos interesados pueden leerlo online
en Ficcion).
Bean y los suyos vivían en una cueva perdida en algún
lugar del condado de Galloway, frente al mar, donde estuvo viviendo
25 años, primero con una mujer, luego con toda su descendencia
(que llegó a ser un numeroso clan). Su medio de vida consistía
en asaltar a los viajeros que se acercaban por sus dominios. Pero Sawney
y los suyos no solo despojaban de bienes a sus víctimas, también
las mataban y se las llevaban a la cueva, donde se alimentaban de estas.
Gunnar Hansen tras una de las tres máscaras de piel
femenina que porta a lo largo de la película.
La trama de TEXAS CHAINSAW MASSACRE muestra una familia similar a la
de Sawney, con integrantes psicópatas, caníbales, fetichistas
y sádicos por igual. Tal vez sean incluso necrofílicos
(al principio de la película se nos informa que un cementerio
ha sido profanado por desconocidos, y que han sido revueltos los cadáveres,
dejándolos en posiciones ridículas o macabras; curiosamente
en la casa esta familia tiene el cadáver putrefacto de una mujer).
Ellos viven del asesinato de desprevenidos viajantes (en una escena,
en la parte trasera de la casa en que viven, se avista un gran número
de automóviles, pertenecientes previsiblemente a anteriores víctimas).
Uno de ellos es llamado "Cara de Cuero" (en ningún
momento de la película se lo nombra así, no es hasta los
títulos finales donde se puede leer el nombre "Leatherface")
y se dedica a matar y procesar a los jóvenes protagonistas de
la película sin la menor dubitación. Cara de Cuero, suponemos,
debe ocuparse de conseguir alimento a sus familiares. Es una especie
de monstruoso travesti, que lleva el cuero del rostro de una mujer como
máscara (de ahí su nombre). A lo largo de toda la película,
Cara de Cuero porta tres "máscaras" distintas (así
como sus cueros cabelludos). Al menos Cara de Cuero y el nefasto "Abuelo"
(un anciano pasivo postrado en una silla) han sido "matarifes".
En la secuencia que Cara de Cuero asesina a Pam, la novia de Kirk, vemos
que ya había iniciado el "fajinado" de Kirk con una
motosierra. En la escena más fuerte de toda la película,
cuando tienen a la protagonista Sally de rodillas y tratan de guiarle
la mano al abuelo para que golpee la cabeza de ella con un martillo,
salta a la vista que todos guardan una suerte de fascinación
enfermiza por ese trabajo en el matadero y, tal vez, sientan placer
en matar a un ser humano de la misma manera que a un vacuno.
La sumatoria de detalles macabros de esta enfermiza familia tiene un
suave contrapunto con los perfiles de los cinco adolescentes protagonistas.
El más notorio es Franklin (Paul A. Partain), que viaja con su
hermana Sally (Marilyn Burns, una "Scream Queen" de la pantalla).
Una pareja, Kirk y Pam (William Vail y Terry McMinn) completa el cuadro.
Los jóvenes viajan en la camioneta de Jerry (Allen Danzinger).
Ellos van rumbo a un cementerio para corroborar los daños realizados
a la tumba de un pariente. El detalle más chocante es la presencia
de Franklin, un chico paralítico que sufre por todos sus compañeros.
En los minutos iniciales la camioneta en la que viajan frena y de unas
rampas sale Franklin y es dejado a un costado del camino con una latita
en la que debe orinar. Frank pierde el control, y su silla rueda por
la banquina y queda tirado unos metros más abajo. Esta primer
caída dará inicio a una larga serie de sufrimientos que
el muchacho debe soportar, aunando resentimiento hacia sus amigos más
autónomos. La película nos muestra estos detalles y los
maneja con total nihilismo (de hecho, los primeros en morir son aquellos
a quien consideramos protagonistas principales; el propio Franklin tampoco
tiene un buen fin). Mención aparte merecen también los
personajes con los que se encuentran en su camino a la casa macabra.
Hay un lavador de vidrios que limpia el parabrisas de la camioneta de
los chicos. Hay unos rurales algo embrutecidos. Todos tienen un aspecto
al menos amenazador. El más amigable, el encargado de la gasolinería
(Jim Siedow, un Milton Berle pero caníbal), es en realidad el
hermano mayor de Cara de Cuero y la autoridad de la casa.
Marilyn Burns, en un momento de horror, cuando observa
la muerte de su atacante atropellado por un camión.
No hay muchos aspectos cinematográficos para destacar, ni musicales
ni fotográficos. Uno tiene la noción que hay algo pesadillesco
y enfermizo en esa hora veinte de celuloide. El clima es suficientemente
fuerte como para ocupar todo el espectro visual y sonoro, y cuando no
nos impresionados de ver a Cara de Cuero colgar a su nueva víctima
de un gancho para reses, nos perturban los aterradores (y más
que aterradores, "Reales") gritos del personaje de Sally,
huyendo durante eternos minutos de criminales caníbales, a través
de la casa, por el bosque o por la carretera. No señor, La Masacre
de Texas no es una película que posea sutilezas o pequeños
guiños. Todo es gráfico, mostrado de la manera más
realista posible. Pero que sea gráfico no implica que sea improvisado.
Hay mucho por ver en la cámara de Hooper, que parecería
aprovechar cada milímetro de espacio, con detalles o bien para
tratar de hacernos creer como Cara de Cuero masacra a sus víctimas
o como uno de los freaks obliga a Sally a que meta su dedo en la boca
del hasta ese momento pasivo Abuelo. Cada toma está mostrada
de la manera más provocativa posible. En ese sentido, todo aquello
que destacamos al principio se convierten en virtudes:
1) El presupuesto ínfimo: porque fuerza al director a resolver
las situaciones con el mayor ingenio que sea capaz de brindar.
2) Medios escasos: porque antes que rodar en estudios, filma en escenarios
naturales (Austin, Texas), al aire libre, dándole credibilidad
al asunto.
3) Sin la presencia de actores reconocidos: en realidad el único
conocido era John Larroquette, cuya voz nos informa al principio de
que los hechos que estamos por presenciar han sido reales... el resto
del reparto, de ilustres desconocidos, un requisito ideal en los falsos
documentales y filmes mondo.
De hecho, quince minutos de esta película son mucho más
aterradores que toda la saga de BLAIR WITCH PROJECT (El Proyecto Blair
Witch-1999), otra película que aspira a estos mismos niveles
de verosimilitud sin lograrlos plenamente. Al ya conocido símbolo-logo
de esta serie, podríamos anteponer el dúo de cadáveres
sentados en un sepulcro que aparecen en los primeros fotogramas de La
Masacre de Texas. El terror actual, preocupado en dar trabajo a jóvenes
estrellas televisivas o mostrar monstruos "fashion", ha olvidado
su labor más importante: la de asustar.
Cara de Cuero cae al piso (por primera vez en
toda la película).
Luego de esta película, varios de sus responsables siguieron
conectados al género fantástico. Tobe Hooper estaría
en las primeras planas con algunas películas durante los '80,
como POLTERGEIST (Poltergeist-1983) y la superproducción LIFEFORCE
(Fuerza Siniestra-1986), que para mí son superiores a su elogiada
FUNHOUSE (El Carnaval de los Horrores-1981). Realizó películas
notables y otras pésimas, pero nunca regresó al nivel
de La Masacre de Texas. En 1979 aterrorizó las pantallas de TV
con SALEM'S LOT (La Noche de los Vampiros-1979), sobre una novela de
Stephen King. 20 años después había decaído
a niveles abismales con THE CROCODILE (El Cocodrilo-2000). Se suele
decir que en la creación de las obras maestras no influye la
preparación o la energía invertida, que hay un elemento
misterioso que podría ser el "genio", que puede habitar
una persona al momento de crear. Tal vez esto ocurrió con Hooper
en 1974, y luego lo ha ido perdiendo progresivamente.
Uno de los momentos más fuertes de la película:
un camión arrolla al demente autoestopista.
El guionista Kim Henkel estuvo vinculado con Hooper en EATEN ALIVE
(Trampa Mortal-1976) con Neville Brand como un demente que tiene un
cocodrilo en el patio de su motel. 20 años después de
la original Masacre en Texas, Henkel acometió con una abominable
secuela THE RETURN OF THE TEXAS CHAINSAW MASSACRE (La Matanza de Texas,
la Nueva Generación-1994), negativamente recibida por casi todos
los aficionados, al terror o a la serie. El director de fotografía,
Daniel Pearl, es uno que ha mantenido un nivel aceptable de trabajo,
y de hecho, su nombre se ha citado en el crédito técnico
de la nueva versión que se avecina este año, producida
por Jerry Bruckheimer, y dirigida por Marcus Nispel. Entre los actores
es Gunnar Hansen quien ha tenido más trabajos en la pantalla,
no interpretando a Cara de Cuero (ya que en cada secuela, este personaje
ha sido incorporado por un actor diferente), sino papeles honoríficos
en películas de terror clase B.
No hay mucho que analizar de una película tan frontal. El miedo
es el miedo, no hay segundos o dobles sentidos. Cada cual puede ver
y tomar sus propias conclusiones, sobre los motivos del accionar de
esta familia de caníbales, sobre la importancia del núcleo
familiar como célula primigenia de todo (lo bueno y lo malo),
sobre la marginación de los elementos rurales norteamericanos,
sobre los aberrantes males que subyacen tras la aparente calma de su
casa victoriana y sobre la trasposición de tomar al ser humano
como ganado. Lo único que inspira a todos por igual es temor,
no el horror que puede producir un espectro o un monstruo, algo que
atañe al espíritu, sino el terror material de que los
hechos que estamos viendo en la pantalla hayan realmente ocurrido (o
quien sabe, estén ocurriendo...). En la historia del cine queda
como una de las más influenciales películas de terror
de los '70, con detractores (todas las grandes películas, sin
excepción, los tienen) e incondicionales, y con
Danza de Cara de Cuero en el amanecer:
¿una parábola de la alienación rural?